INTRODUCCIÓN
Hemos estudiado a lo largo de la cátedra de Ingeniería
ambiental los diferentes recursos naturales que
componen nuestro sistema de vida.
En estos estudios hemos manifestado la necesidad urgente de crear
conciencia ecologista y procurar cuidar lo poco que nos queda de planeta.
Estamos acabando con el mundo y no nos queremos dar cuenta de ello...
por eso es que este trabajo se hace tan importante y necesario.
Aquí plantearemos las principales características del recurso suelo..
sitio en que caminamos, el que utilizamos para asentar nuestros hogares, para
cultivar nuestros alimentos... el que utilizamos para vivir... y que claramente
está siendo contaminado por nuestra inconciencia y negligencia..
Uno de los factores que afecta a los suelos y destruye sus
características ideales, contaminándolo, son los ácidos... Estos pueden
ocasionar daños severos no sólo a la composición de los suelos, impidiendo que
estos sean aptos para la vida, sino también para los seres humanos... un suelo
contaminado es una bomba activada...
En este ensayo trataremos de ahondar más en las características y
composición de los suelos para poder entender su manejo y funcionamiento, y
además, veremos como se produce la acidificación de lo suelos y sus
consecuencias y posibles soluciones.
FORMACIÓN DEL SUELO:
Material Original:
Al considerar los procesos de formación de suelos, debe tenerse en
cuenta que participan dos grupos de procesos, a saber: 1) meteorización y 2)
desarrollo del perfil. El perfil del suelo se desarrolla del material original,
que a su vez se ha originado de la meteorización de las rocas. En el caso más sencillo, la meteorización
precede al desarrollo del perfil, como en la formación de suelo a partir de
aluviones y sedimentos no metamorfoseados. Sin embargo, la iniciación del
desarrollo del perfil en material meteorizado no detiene la meteorización, sino
que los dos procesos pueden simultanearse. Los procesos de meteorización cesan
solo cuando los materiales del suelo dejan de contener minerales meteorizables
y no meteorizados. Por otra parte, en muchos suelos rocosos superficiales, como
los de nuestras mesetas, la formación del suelo empieza y sigue al mismo tiempo
con la meteorización.
En este trabajo consideraremos aquellos procesos en los que las
rocas sólidas de la corteza terrestre se rompen para formar el material
original de los suelos. En lo fundamental, estamos interesados en los procesos
de meteorización de rocas consiguientes a la acción de los agentes atmosféricos
en las capas superficiales de la corteza terrestre. Los procesos ocurridos en
las profundidades, tales como los efectos hidrotermales profundos, sólo tienen
consecuencias indirectas para nuestro problema.
Las rocas que forman la corteza terrestre se deterioran cuando
están sujetas a la acción de la atmósfera. Los productos de esta meteorización
forman el regolito, los restos no consolidados que cubren las rocas sólidas
que yacen debajo. De no existir agentes de transporte, esta capa crecería en
espesor hasta que las rocas quedasen protegidas de ulteriores
ataques. Por acción de la gravedad, de las aguas corrientes, del hielo en
movimiento, o del viento, los productos deteriorados se están moviendo
continuamente de su lugar de origen y se distribuyen por la corteza terrestre.
De esta manera, nuevas capas de la corteza terrestre se ponen en contacto con
los agentes atmosféricos. De no haber cambios en los niveles relativos de
tierra y mar, los productos de meteorización son transportados por los ríos y
acumulados como sedimentos, que en su tiempo se consolidaran para formar rocas
sedimentarias. Esta denudación termina cuando la tierra existente se hunde bajo
el nivel del mar y los sedimentos primitivos, consolidados ahora en rocas,
emergen como tierra para sufrir otro ciclo de meteorización y denudación. Tanto
el regolito como los sedimentos terrígenos resultantes de esto derivan en
última instancia de la meteorización de rocas cristalinas.
Meteorización Física:
Pueden distinguirse dos principales tipos de meteorización, a saber, 1)
meteorización física o mecánica, y 2) meteorización química; la primera,
producida solo por pulverización, sin cambios químicos; en la segunda se
producen cambios químicos con formación de nuevos productos. Los procesos de
meteorización física de rocas les son familiares a los estudiantes de Geología.
Existen procesos esenciales que resultan meramente por pulverización de los
materiales sobre los que se operan. El granito que solo ha estado sometido a
meteorización mecánica es aún granito, excepto en que se ha roto el espacio
mosaico de los minerales constituyentes. No existe cambio químico o formación
de nuevos productos.
El tipo más universal de meteorización física es la producida por los
cambios de temperatura. Cuando tales cambios son de magnitud suficiente y
súbitos, la expansión y contracción de las capas superficiales de las
rocas pueden producir tensiones que, por ultimo, hacen que se rompan en
pedazos. Este tipo de meteorización es el mas acusado en climas secos, en los
cuales la radiación directa produce grandes cambios de temperatura a la puesta
y a la salida del sol. La meteorización de rocas en los desiertos es
predominantemente de este tipo.
Formación del suelo:
En climas fríos o templados, con precipitación abundante, los cambios de
helada y deshielo son de importancia fundamental en la pulverización física de las
rocas. Esta acción depende de que existan ranuras e intersticios que, durante
el invierno, se llenen de agua. Los screes de nuestros valles
montañosos son claros ejemplos de la acción disgregante de la alternancia del
hielo y deshielo, y los mismos procesos se continúan en todo fragmento, por su
porosidad, capaz de contener agua.
Otros agentes de meteorización física son las aguas de los ríos, el
hielo de los glaciares, la acción de las olas y el impacto de los granos de
arena transportados por el viento.
Suelos en las primeras etapas de desarrollo, los suelos desérticos y los
suelos de las regiones árticas y alpinas, son principalmente el resultado de
meteorización física. Están caracterizados principalmente por la presencia de
grandes proporciones de material más grueso, y sus curvas de composición
mecánica muestran a menudo una aproximación a la forma lineal en su extensión
superior. Los suelos formados por material de meteorización física se llaman a
menudo suelos esqueléticos.
Meteorización Química:
La meteorización química de las rocas engloba alteraciones mas
serias que la mera pulverización producida por meteorización física. Como
resultado de estos cambios, ciertos minerales desaparecen total o parcialmente,
y se forma material de origen secundario, que difiere enormemente de los minerales
originales.
Los procesos se realizan en un medio acuoso y dependen de la acción de
descomposición del agua, reforzada por el anhídrido carbónico disuelto y, en
algunos casos, por los ácidos orgánicos formados por la descomposición de
residuos vegetales. Puede también tomar parte el ácido sulfúrico formado por la
oxidación de compuestos orgánicos de azufre o sulfuros de hierro. Puesto que la
meteorización química se produce en la superficie de los minerales de las
rocas, es evidente que será intensificada donde la pulverización física le haya
precedido. Pero, puesto mayoría de las rocas están formadas por un
espacio mosaico irregular de diferentes minerales con distintos grados de
susceptibilidad de ataque, la meteorización química solo es capaz de producir
desintegración particularmente donde existe cierto grado de porosidad en la
roca meteorizada.
Esencialmente, la meteorización química comprende dos fases, a saber: 1)
la desaparición de ciertos minerales, y 2) la formación de productos
secundarios. Algunos de los minerales secundarios pueden originarse por
alteración in situ de los minerales originales, mientras que otros productos
pueden originarse por precipitación de las soluciones que contienen productos
solubles de meteorización. Tal precipitación puede acontecer en el lugar de la
meteorización o fuera de él después de su transporte por movimiento del agua.
El material precipitado en el sitio de la meteorización puede mezclarse, o
incluso entrar en combinación con productos residuales.
La meteorización química de las rocas afecta principalmente a los
silicatos, tales como los feldespatos, micas y minerales ferromagnésicos, y
depende de su inestabilidad a temperaturas ordinarias en presencia de agua y de
anhídrido carbónico. De los datos de F. W. Clarke, se ha calculado que las
proporciones aproximadas de los minerales principales de la corteza terrestre
son las siguientes: feldespatos, 57,8%; anfíboles y piroxenos (minerales
ferromagnésicos), 16%; cuarzo, 12,7%; micas 3,6%. es por tanto, evidente que
los feldespatos constituyen el grupo más importante de minerales que forman el
suelo, seguido por los minerales ferromagnésicos. Ciertos minerales no son
prácticamente afectados por la meteorización química, y persisten inalterados
en el suelo. El ejemplo principal de estos es el cuarzo. Otros minerales
resistentes a la meteorización química son la megnetita, titanita, la ilmenita,
etc.
La meteorización química de las rocas depende de la presencia de agua.
Puesto que la velocidad de cambio químico está afectada por la temperatura,
disminuirá a temperaturas bajas y será mayor a altas temperaturas. Expresado en
relación con las condiciones naturales, significa que la meteorización química
es mínima en condiciones desérticas, debido a la ausencia de agua, y en las
regiones áticas y alpinas, a causa de que prevalecen las bajas temperaturas. En
tales casos, la meteorización que se produce es casi enteramente de carácter
físico. En climas húmedos, la intensidad de la meteorización aumentará con la
temperatura, y alcanzará un máximo en los trópicos.
Pueden producirse suelos predominantemente del tipo meteorizado
físicamente en una región favorable para la meteorización química. Tales suelos
son por lo general suelos jóvenes derivados de rocas cristalinas y que se han
desarrollado en depósitos recientes o en situaciones en las que la erosión fue
suficiente activa para evitar la acumulación de los productos de descomposición
y el predominio consiguiente de meteorización química sobre la física.
Disolución simple.
La disolución simple, que implica la eliminación de material de
meteorización, es desdeñable excepto en el caso del carbonato cálcico que,
comparado con los silicatos, es muy soluble en aguas de filtración,
particularmente cuando tales aguas contienen anhídrido carbónico disuelto
originado de la respiración de las raíces de las plantas y de la descomposición
de los residuos orgánicos del suelo.
Los efectos más espectaculares de la disolución del carbonato cálcico se
ven en los sistemas de cuevas tan característicos de los países calizos. Desde
el punto de vista de la formación del suelo, la disolución de carbonato cálcico
es de interés por el hecho de que las calizas contienen generalmente una mezcla
de material no calcáreo que queda como un residuo. Los suelos calizos son por esto
esencialmente suelos residuales, y su carácter depende principalmente de la
naturaleza del material asociado con el carbonato cálcico en la caliza
original. Así, podemos tener suelos de todas las texturas, desde arenas a
arcillas, originados por la meteorización de las rocas calcáreas.
La formación de las calizas no siempre puede explicarse como una simple
eliminación de carbonato cálcico. Durante los procesos de liberación del
material residual pueden producirse ciertos cambios que modifican profundamente
su carácter. Los suelos de tierras rojas asociados con calizas en la región
mediterránea representan material que se a alterado considerablemente de los
residuos originales.
Hidratación y Oxidación:
Aunque los silicatos son considerablemente menos solubles que el
carbonato de calcio, o al menos la presencia de agua, es una circunstancia
necesaria en su descomposición química. Antes de tratar el tipo más importante
de meteorización química de los silicatos como consecuencia de la disolución,
debemos notar dos procesos en los cuales, aunque el agua es necesaria para su
realización, la disolución real no se puede demostrar que sea necesaria. La hidratación consiste
en la combinación química del agua con un mineral determinado. Un ejemplo de
esto es la formación de la serpentina a partir del olivino. En sí misma, la
hidratación no es esencialmente un proceso de formación de suelos, puesto que
se produce también en condiciones remotas por la operación de los agentes
atmosféricos ordinarios. Sin embargo, puede ser de importancia con un
preparativo para los procesos de formación de suelos más característicos.
En general, los procesos oxidantes afectan solo a los
compuestos de hierro. Ciertos compuestos ferromagnésicos contienen hierra
ferroso, que, en presencia del aire y de la humedad, pueden oxidarse
produciendo óxido férrico hidratado, es decir:
SiO3 2Fe + 3H2O + O = 2Fe (OH)3 +
2SiO2
Las piratas de hierro y la marcasita dan por oxidación óxido férrico
hidratado y ácido sulfúrico:
2S2 Fe + 7H2O + 15 O = 2Fe (OH)3 +
4SO4 H2
Hidrólisis:
Podemos considerar ahora el más importante de los procesos por el cual
los minerales están meteorizados químicamente, es decir, la hidrólisis.
La hidrólisis es una consecuencia de la disociación parcial del agua en iones
hidrógeno e iones hidroxilo. La cantidad real de disociación es sumamente
pequeña, pues, a temperaturas ordinarias, un litro de agua contiene solo
10-7g de hidrógeno en forma iónica; pero la presencia de anhídrido
carbónico en solución aumenta la concentración del ion hidrógeno de la solución
del suelo y, por consiguiente, su actividad hidrolítica, pueden ser, además,
aumentadas por la presencia de ácidos minerales y orgánicos.
La presencia de iones hidrógeno es característica de las soluciones
ácidas. Ácidos fuertes tales como los ácidos clorhídrico y sulfúrico en
disoluciones diluidas están casi completamente disociados. Así, en una solución
decinormal de ácido clorhídrico, prácticamente todo el hidrógeno esta en la
forma iónica, y la concentración de ion hidrógeno es casi de 0,1 g por litro.
En una ácido débil, por otra parte, la disolución sólo es parcial. Una
disolución decinormal de ácido acético esta ligeramente disociada, y la
concentración del ion hidrógeno es alrededor de 0,0013 g por litro.
El agua se comporta, pues, como un ácido débil, y su efecto sobre los
silicatos meteorizables depende de la actividad de los iones hidrógeno. Los
minerales por los que estamos interesados pueden describirse como silicatos del
calcio, magnesio, potasio, sodio, aluminio y hierro. El tipo mas sencillo de
descomposición consistiría en el reemplazamiento de iones alcalinos o
alcalinotérreos en la red del mineral por iones hidrógeno, originando ácidos
aluminosilíceos o ferro silíceos y la liberación de hidróxidos alcalinos o alcalinotérreos.
Un paso mas avanzado en la rotura puede consistir en la separación de ácido
silícico, acompañada por una modificación profunda de la red cristalina
originaria. Puede imaginarse que ocurre un proceso tal como el siguiente en la
formación de la caolinita a partir del feldespato potásico:
· 6SiO2 · K2O · Al2O3 + 2H2O = 6SiO2 · Al2O3 · H2O +
2KOH
· 6SiO2 · Al2O3 · H2O + H2O = 2SiO2 · Al2O3 · 2H2O +
4SiO2
La mayor parte de la literatura primitiva sobre meteorización se refiere
a teorías para dar cuenta de la formación del caolín a partir de los
feldespatos. Actualmente se sabe que el caolín, o la caolinita, lejos de ser
ingrediente característico del complejo de meteorización del suelo, puede estar
presente en algunos casos en proporciones insignificantes. Por otra parte, el
examen de suelos y arcillas por los rayos X ha revelado la presencia de un
numero de minerales característicos de constitución cristalina conocida.
También se sabe que la característica de los minerales del complejo
meteorización pueden contener tanto hierro como aluminio. La investigación
futura se dirigirá, sin duda, a dilucidar el origen de estos minerales desde
los minerales primarios. Será necesario, en primer lugar, decidir si un mineral
de arcilla dado se formo como un producto residual o precipitación de
disolución. Naturalmente, será posible clasificar los minerales del complejo de
meteorización en minerales residuales y minerales de precipitación.
Un cuerpo considerable de experimento y teoría se ha centrado en el
origen del complejo de meteorización por precipitación de las disoluciones. De
acuerdo con la hipótesis de la precipitación, los productos de meteorización
química están formados por los productos solubles de la hidrólisis de
silicatos.
Aunque los silicatos originales son muy insolubles, las consecuencias de
la poca solubilidad que poseen pueden ser apreciables en grandes periodos de
tiempo.
· Se supone que el primer paso consiste en la
liberación simultanea de ácido silícico y de los hidróxidos de las bases
presentes. Mientras que los hidróxidos de las alcalinas y alcalinotérreas son
solubles en agua, el ácido silícico y los hidróxidos de aluminio y hierro
pueden formar soluciones coloidales. Los soles de ácido silícico son
electronegativos, mientras que los soles de los sesquióxidos son
electropositivos, y puede presentarse la precipitación mutua, ocasionando el
complejo de meteorización.
Se han obtenido datos para la formación de precipitados en los cuales
los componentes básicos y ácidos son los siguientes:
Ácido
|
Básico
|
Al2O3
|
SiO2
|
Fe2O3
|
P2O5
|
Llevando a cabo experimentos en presencia de ácidos clorhídrico o
hidróxido sódico, se estudiaba también el efecto de la reacción en la
precipitación isoeléctrica.
Los resultados siguientes se obtuvieron en un experimento típico.
El precipitado con 20 cm3 de la solución A y 17,8 cm3 de la solución B
es electropositivo, como se demuestra por su dirección de transporte, mientras
que el precipitado con 20 cm3 de solución A y 18 cm3 de solución B es
electronegativo. El precipitado isoeléctrico, por hipótesis, no presenta
movimiento cataforético. La precipitación es de la más completa en el punto
isoeléctrico; pero debe notarse que la precipitación es incompleta por la
discrepancia observada entre la relación molecular en la mezcla isoeléctrica y
en el precipitado isoeléctrico. En los experimentos anteriores quedaría un
exceso de ácido silícico en solución.
Puestos que las rocas originales contienen proporciones relativamente
altas de base fuertes que se liberan durante la meteorización, el ph del
material de meteorización puede esperarse que esté por encima del punto
isoeléctrico del complejo. En estas condiciones, se libera un sol complejo
aniónico, mientras que el complejo gel tenderá a hacerse más rico en bases con
el aumento consiguiente en su ph isoeléctrico. Esto debe continuar hasta que el
punto isoeléctrico del gel complejo se aproxime al ph del medio de
meteorización.
Es difícil mirar la teoría de la precipitación mutua de otro modo que
como una ficción útil. Si se efectúa la precipitación mutua, entonces los soles
positivos de sesquióxidos y los soles negativos de ácido silícico deben lograr
primero su existencia separada. Podemos imaginar que, en un punto dado del
material de meteorización, se formen soles de sesquióxido mientras que en otro
punto aparezcan los soles de ácido silícico. Los soles de sesquióxidos y de
ácido silícico deben estar próximos en el momento de la liberación como exigen
sus posiciones en la red primaria, y no pueden tener la posibilidad de formar
soles independientes. Sin embargo, considerando el precipitado isoeléctrico con
el sistema más estable en equilibrio con la fase liquida en las condiciones del
experimento, la suposición de una existencia separada para los soles positivos
y negativos pueden ser pasada por alto. La precipitación mutua como tal no es
un hecho esencial de las teorías de Mattson. El acuerdo general de sus
deducciones con los hechos observados en condiciones diferentes de
meteorización presta gran apoyo a su validez general como una hipótesis de
trabajo. Las teorías de Mattson deben ser aplicables igualmente a la teoría de
hidrólisis que concibe que el primer paso consiste en la formación de ácidos
aluminosilícicos y ferrosilícicos residuales.
Aunque podemos concebir el proceso de hidrólisis, deben notarse ciertas consecuencias
generales:
· Se produce la desilicificación. La comparación de
materiales meteorizados con sus rocas originales generalmente revela una
perdida de ácido silícico en el proceso de meteorización. El ácido silícico es
separado por las aguas de filtración, en gran cantidad, en forma de silicatos
alcalinos y alcalinotérreos. Es significativo que las aguas de los ríos, que
contienen el material perdido por solución en los procesos de meteorización,
contengan un exceso de ácido silícico sobre sesquióxidos. En regiones áridas y
semiáridas, un lavado incompleto puede evitar la separación de ácido silícico
liberado por hidrólisis. En tales casos, el complejo de meteorización esta
caracterizado por un gran contenido de sílice.
· La desalcalización ocurre durante la hidrólisis. La
comparación de rocas jóvenes con sus productos meteorizados revela una perdida
general de calcio, magnesio, potasio y sodio. Se presentan excepciones a esta
regla de regiones áridas, donde las sales alcalinas y alcalinotérreas pueden
acumularse, dando ocasión a suelos salinos o alcalinos.
· La hidrólisis forma nuevas substancias, bien por
modificación de los materiales originales, bien resintesis parcial de los
productos de descomposición. Estas substancias se indican en conjunto con el
complejo arcilla, o el coloide de suelo inorgánico. Constituyen la mayor parte
de la fracción arcilla en el análisis mecánico, y se encuentran casi totalmente
en dicha fracción. Por tanto, el estudio de la fracción arcilla ofrece la base
más conveniente para la determinación de la composición y constitución del
complejo de meteorización.
Los datos siguientes de G. E. Merrill ilustran las perdidas sufridas por
meteorización química.
Análisis de una Diorita Joven y
Descompuesta, Albemarle County, Virginia
Calculo
|
|||||
Diorita
joven
|
Diorita
descompuesta
|
Remanente
%
|
Perdida
%
|
||
SiO2
Al2O3
Fe2O2
CaO
MgO
K2O
Na2O
P2O5
Ignición
|
46,75
17,61
16,79
9,46
5,12
0,55
2,56
0,25
0,92
|
42,44
25,51
19,20
0,37
0,21
0,49
0,56
0,29
10,92
|
62,69
100,00
78,97
2,70
2,83
61,26
15,13
80,11
100,00
|
37,31
0,00
21,03
97,30
97,17
38,75
84,87
19,87
0,00
|
|
Datos como los de esta tabla deben interpretarse como recelo, puesto que
los procesos de meteorización varían considerablemente de intensidad con el
clima. Además, no es siempre fácil asegurar que un determinado material
meteorizado corresponda exactamente con la roca subyacente.
QUÍMICA DEL SUELO.
El suelo ha sido comparado con un laboratorio muy complicado, donde
tienen lugar un gran número de reacciones que implican a casi todos los
elementos químicos conocidos. Algunas reacciones se pueden considerar sencillas
y se comprenden con facilidad, pero el resto son complejas y de difícil
comprensión. En general los suelos se componen de silicatos con complejidades
que varían desde la del sencillo óxido de silicio - cuarzo- hasta la de los
silicatos de aluminio hidratados, muy complejos, encontrados en los suelos de
arcilla. Los elementos del suelo más importantes para la nutrición de las
plantas incluye el fósforo, el azufre, el nitrógeno, el calcio, el hierro y el
magnesio. Investigaciones recientes han demostrado que las plantas para crecer
también necesitan cantidades pequeñas pero fundamentales de elementos como
boro, cobre, manganeso y cinc.
Las plantas obtienen nutrientes de los coloides del suelo, partículas
diminutas parecidas a la arcilla que se mezclan con el agua, aunque no se
disuelven en ella. Se forman como producto de la meteorización física y química
de minerales primarios. Consisten en cantidades variables de óxidos hidratados
de hierro, aluminio y silicio y de minerales cristalinos secundarios como la
caolinita y la montmorillonita.
Los coloides tienen algunas propiedades físicas marcadas que afectan
fuertemente las características agrícolas de los distintos suelos. Los suelos
de las regiones con precipitación escasa y poco agua subterránea están sometidos
a lixiviación moderada y, por tanto, contienen gran cantidad de compuestos
originales, como calcio, potasio, y sodio. Los coloides de este tipo se
expanden en gran medida cuando se mojan y tienden a dispersarse en el agua. Al
secarse toman una consistencia gelatinosa y pueden, tras un secado adicional,
formar masas impermeables al agua.
Donde el terreno queda cubierto por bosques, los coloides inorgánicos y
orgánicos penetran en la tierra transportados por agua subterránea después de
lluvias o inundaciones; forman una capa concentrada en la parte inferior del
suelo y consolidan otras partículas de él para producir una masa densa y
sólida.
Una de las características importantes de las partículas coloidales es
su capacidad para participar en un tipo de reacción química conocida como
intercambio de bases. En esta reacción un compuesto cambia al sustituir uno de
sus elementos por otros. Así, los elementos que estaban ligados a un compuesto
pueden quedar libres en la solución del suelo y estar disponibles como
nutrientes para las plantas. Cuando se añade a un suelo materia fertilizante
como el potasio, una porción del elemento requerido entra en la solución del
suelo de forma inmediata, y queda disponible, mientras que el resto participa
en el intercambio de bases y permanece en el suelo incorporado a los coloides.
Uno de los ejemplos de intercambio de bases más simple y valioso para la
agricultura es la reacción que se produce cuando la caliza (CaCO3) se utiliza
para neutralizar la acidez. La acidez del suelo que puede definirse como la
concentración de iones, de hidrógeno, afecta a muchas plantas; las legumbres,
por ejemplo, no pueden crecer en un terreno ácido.
ACIDIFICACIÓN DE LOS SUELOS.
Algunos suelos son naturalmente ácidos, pero también pueden acidificarse
por acción de las lluvias ácidas o de la disposición en seco de gases y
partículas ácidas. La lluvia ácida tiene un PH inferior a 5,6. La principal
causa atmosférica de la acidificación es la creciente presencia en está de
óxidos de azufre y nitrógeno emitidos por la quema de combustibles fósiles.
La pérdida de materia orgánica debido a la erosión y la oxidación
degrada el suelo y, en especial, su valor como soporte para el cultivo. la
pérdida de materia orgánica reduce también la estabilidad de los agregados del
suelo, que bajo el impacto de las precipitaciones, pueden dispersarse. Este
proceso puede llevar a la formación de una corteza sobre el suelo que reduce la
infiltración del agua e inhibe la germinación de las semillas.
Antes de que estos ácidos se formen en la atmósfera, algunos de los
óxidos de nitrógeno y azufre se adhieren a las partículas de polvo que caen a
la superficie de la tierra. Una vez que se depositan en ríos, lagos o la
humedad del suelo, reaccionan formando soluciones ácidas. Estos polvos ácidos a
menudo se precipitan más cerca de las fuentes de contaminación que el ácido de
la lluvia o la nieve.
Estos ácidos matan a los peces y a las plantas, reducen el crecimiento
de ciertos cultivos, degradan numerosos materiales de construcción e,
indirectamente, afectan la salud del hombre, el ganado y la vida silvestre. Sin
embargo, no hay una relación fácil que se puedan establecer entre precipitación
ácida y el ambiente. He aquí las razones:
No toda la precipitación ácida cae directamente sobre cuerpos de agua.
Parte de ellas se deposita en suelos relativamente secos y ricos en calcio,
como las calizas, en cuyo caso, estas precipitaciones pueden ser neutralizados
en su acidez, produciéndose la siguiente reacción química:
CaCO3 + H2SO4 ! CaSO4 + H2O +CO2
Cuando el suelo es rico en caliza, el azufre en exceso proveniente de
esa precipitación, puede incluso utilizarse como fertilizante.
- Se ha observado en la selva negra de Alemania y otras partes del mundo
con grandes densidades de bosque en terrenos irregulares, que aquellos árboles
que se encuentran en lo alto de las colinas sufren más los efectos de la acidez
atmosférica que los de las partes más bajas. este fenómeno se debe a que la
parte más alta donde se condensa la niebla con mayor frecuencia.
- El daño de la precipitación ácida sobre el mármol y la piedra de
construcción es enorme.
CONCLUSIONES
Los ácidos provenientes de las precipitaciones y otros medios, producen
la pérdida de la calidad de los suelos, siendo la parte más afectada lo que
constituye la materia orgánica (plantas y organismos) debido a que las grandes
cantidades de ácidos cambian sus condiciones de vida ocasionándole la muerte.
Otras causas frecuentes de contaminación son los residuos de las granjas
y el cieno de las aguas residuales, que pueden contener concentraciones
elevadas de metales pesados, aumentando así la acidez de los suelos. Este tipo
de contaminación puede deberse también a otros residuos químicos o subproductos
de procesos industriales.
Es conveniente crear conciencia del grave problema que representa la
contaminación de los suelos por acidificación... estos pueden ocasionar, no
sólo la muerte del suelo, sino de toda la vida que se desarrolla a su
alrededor...
Los cultivos sufrirían por consecuencia de la acidificación de los
suelos y por ende sus propiedades podrían cambiar... Es prudente evitar el
maltrato de los suelos puesto que estos son parte de nuestra vida y al igual
que las aguas y el aire son necesarios para mantener la misma. El simple
deterioro de cualquiera de esto recursos puede ocasionar graves daños a la vida
humana de su entorno.
BIBLIOGRAFÍA.
·
ENCICLOPEDIA MICROSOFT ® ENCARTA
® 99
·
GILBERT, Wooding Robinson. “Los
suelos”. Ediciones Omega S.A. Barcelona,
1960.
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